Acerca del olvido
Ha pasado suficiente tiempo, no lo se.
Todas las canciones acerca de olvidar son un ejercicio del autor para tratar de olvidar, ¿han logrado entonces su cometido? Estoy seguro que no, el efecto ha sido precisamente el contrario, es mas bien un intento de curarse con veneno, o mas bien experimentar con virus que ha de propagarse por la eternidad.
Este virus ha de contagiar la enfermedad que el autor engañándose ha querido curar, ya que la pieza publicada no solo le recordará aquello que quería borrar, aun peor ha de envenar su memoria y al propagarse ha de ayudar a evocar a otros sus propios recuerdos, tan particulares como comunes.
Es esta memoria universal la que canta en coro estas canciones cada fin de semana permitiéndoles desahogarse de aquello que algún día callaron.
Es en este ritual tribal de gargantas que gritan al unisonó el sentimiento que todos pasamos y que siempre esta ahí oculto debajo de los escombros de nuestras rutinas, trabajos y distracciones. Al cantar sacamos ha flote aquello que vive, para morir.
Así pues, aun no puedo escribirles lo que siento, pero que saben que esta ahí.
Entonces escribir no sirve para olvidar, si no mas bien para desahogar y con ello evitar que seamos huracanes destrozándolo todo.
Esta ira contenida por no dejarlas ir, vivirá hasta que el tiempo las coloque en su lugar, junto al cajón de cosas que no fueron.
En ese cajón estoy yo, esperando algún día dejar de ser.
Mientras llega ese momento para tu recuerdo... No lo se, aquí estaré.
Todas las canciones acerca de olvidar son un ejercicio del autor para tratar de olvidar, ¿han logrado entonces su cometido? Estoy seguro que no, el efecto ha sido precisamente el contrario, es mas bien un intento de curarse con veneno, o mas bien experimentar con virus que ha de propagarse por la eternidad.
Este virus ha de contagiar la enfermedad que el autor engañándose ha querido curar, ya que la pieza publicada no solo le recordará aquello que quería borrar, aun peor ha de envenar su memoria y al propagarse ha de ayudar a evocar a otros sus propios recuerdos, tan particulares como comunes.
Es esta memoria universal la que canta en coro estas canciones cada fin de semana permitiéndoles desahogarse de aquello que algún día callaron.
Es en este ritual tribal de gargantas que gritan al unisonó el sentimiento que todos pasamos y que siempre esta ahí oculto debajo de los escombros de nuestras rutinas, trabajos y distracciones. Al cantar sacamos ha flote aquello que vive, para morir.
Así pues, aun no puedo escribirles lo que siento, pero que saben que esta ahí.
Entonces escribir no sirve para olvidar, si no mas bien para desahogar y con ello evitar que seamos huracanes destrozándolo todo.
Esta ira contenida por no dejarlas ir, vivirá hasta que el tiempo las coloque en su lugar, junto al cajón de cosas que no fueron.
En ese cajón estoy yo, esperando algún día dejar de ser.
Mientras llega ese momento para tu recuerdo... No lo se, aquí estaré.
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